jueves, 28 de junio de 2012

Fútbol y Periodismo: Perlas de una jornada inolvidable (?)

Pasó el encuentro de cada miércoles de los futboleros aspirantes al trono de Cantero. Y no fue uno más, claro. La tradicional cita de los estudiantes de PP contó con algunos ingredientes que lo hicieron único, por no decir irrepetible, porque sabemos que esto es como las hamburguesas, siempre queremos repetir (?).

La jornada arrancó un poquitiiiiiito más tarde de la hora pautada, en las comunicaciones, con la primera mala noticia: el impedimento a completar la decena de hombres para el F5. El tema no es que seamos dos burros menos que la semana pasada o uno más que el próximo miércoles, el tema es que había que juntar la guitarra ($), y con la inflación, las mentiras de INDEC, los aceites que no se venden, y demás yerbas, la tirada se complica para llegar a los 120 pe. Y Cristina que no hace nada (?).

Todavía no estaban todos los organizadores cuando cayó un flaco (camiseta de Argentina) que quería jugar ¡Ya! Pero cuando decimos ¡Ya! es ¡Ya!. No alcanzaba ni para armar un equipo, pero el chabón había hecho de lo  imposible una marca notable para una futura tendencia.  Señores, guardémoslo en nuestra memoria: EL SEÑOR QUE JUEGA AL FÚTBOL EN JEANS, denim o como mierda quieran llamarlo. Bue, otro antojo de la historia en ponernos ahí para presenciar las intervenciones  del Gran Milesi cual si fuera un vaquero del Lejano Oeste.

Los más o menos normales llegaron después de las 22, como siempre. Y como lo contamos anteriormente, tuvimos el primer dato que convirtió este encuentro en algo único.
Luego de luchar contra los faltazos y los convocados vía puteadas, llegó la segunda “mala noticia”: había que jugar al fútbol. En realidad la tercera, porque antes no habíamos contabilizado que teníamos un player en exceso de peso. Así como leen.
Lo que no abundó fue el buen fútbol. El otro dato que hizo de este encuentro algo único fue la cancha gigantesca con sólo 8 jugadores. En otras oportunidades habíamos jugado en cancha hasta 6 por bando, pero nunca con 8 en total. Lo peor es que durante el partido, en la cancha, había más espacios que en las tribunas de Arsenal. Lamentable.

Todos corríamos lo que podíamos, claro que unos más que otros. Por ejemplo: no podemos pedirle a Manibardo o a Pícoli que corran lo que vuela el crack de Javier “El Malevo” Ferreyra. Eso está más que claro. Pero sin dudas que nos encontramos con distintos estándares de potencialidades en los jugadores, en parte, porque varios de esos ocho antes se habían clavado un par de panchos de camino (no vamos a mandar al frente a nadie).

El primer cuarto de hora fue de lo mejor que se vio en el encuentro. Mucho juego colectivo, mucho lucimiento y goles épicos con destacadas muestras de voluntad por parte del arquero-volador-estrella Adrés “La Araña” Milesi.
Luego de que el selectivo de cracks se pusiera al frente por una larga distancia de tres goles, comenzaron los llantos para nivelar la cancha y el resultado desde las modificaciones de nombres. Que damelo a Javi, que llévatelo a Juan, que corren mucho, que estamos viejos (?) y que esto y que lo otro. La cuestión es que consumado el tongo de cambios, el partido perdió su lucidez.
Los calesiteros a dar vueltas, los vendehumo a jugar para la tribuna, los rústicos a devorar tibias, las momias a caminar la cancha y los gorditos (?) a protestar. Lo cierto es que nadie, ninguno de los aspirantes a comunicadores del deporte se atrevió a decir que el fútbol no es lo nuestro. Que somos malos y por eso decidimos contarlo en vez de jugarlo.
Y en ese juego de buscar y echar culpas, nos encontramos con excusas de las más insólitas. Somos malos pero voluntariosos. Escuchamos cada cosa, pero jamás algo como “yo trabé con un molino”, del mismo autor del fútbol en jeans. Impecable.
Con todo esto, entre fútbol vistoso, del recto, del lírico, del firuletero, del fútbol de las mil variantes y de los físicos carniceros,  lo más notable e importante es que a pesar de ello, no nos importa quién carajo ganó (al menos a mí). Yo me divertí.

PUNTAJE JUGADOR POR JUGADOR (léase player)
"La Arraña" Milesi. Un revolucionario de los tres palos. Capaz de descuartizar a Jack en una salida, con la misma sutileza que elije su vestimenta deportiva. El hombre que cambió la forma informal del vestir de los arqueros.
PUNTAJE 10 
El D'alessandro emiplégico. No conoce de garra, mucho menos de uñas. Tiene más ganas de gol que Funes Mori y menos puntería que Sergio Ramos, sin embargo, su habitat natural es el área (cualquiera de las dos).
Ah, nadie se animó a ponerle puntaje...

Gambetita Ramirez. Es tan habilidoso que a veces se marea solo. Tiene el patrón genético de una gacela... No para de correr.
PUNTAJE 0,89
El Gordo Romualdo. Su fuerte es el saque. Una lástima que todavía no se haya implementado la raqueta en el fútbol.
Lo suyo es el tenis.
PUNTAJE -10
Alcides Pícoli. Emociona la voluntad que le pone. Redondea la teoría de Natalia Natalia. La rompe, pero él dice que es arquero. Como indica la foto, de vez en cuando se tira un paso (?).
PUNTAJE 12 + 1
"El Malevo". Es casi tan gigante como la chimenea de humo que vende. La amasa, toca y juega, juega, juega y juega con él mismo.  Cuando aprenda a dar un pase seguro la descose. Lo firmo (?). Vive el fútbol como un sueño y lo juega con los ojos cerrados.
PUNTAJE 4 y 1/2
El Alemán. El abuelo. El DT, el manager, el dueño de la pelota, el poeta de la organización. Un crack que maneja los tiempos dentro y fuera de la cancha. Tiene un gran futuro (si vende la camioneta).
PUNTAJE -7
John Viña. El Cristiano Ronaldo del Subdesarrollo. Juega con tanta seriedad que a veces se olvida que está jugando. La rompe pero tiene menos definición que Mouche.
PUNTAJE -5°


EXTRAS:
La mejor delantera (elejida por ellos mismos).

By Gabi

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