Como sabrá todo aquel que lea este blog seguido, venimos analizando la trayectoria de Matthysse desde que lo abrimos, desde que le robaron sus peleas contra Devon Alexander y Zab Judah, únicas manchas en un currículum impresionante, y que, además, no fueron tales. Ambas fueron decisiones localistas más que discutidas luego en el mundillo del boxeo. Y no me hagan seguir porque me hago mala sangre y ando engripado (?).
La cosa es que Lucas se las trae. Como decíamos en un principio, se trata casi indudablemente de, libra por libra, el pegador más potente que pueda encontrarse en el deporte hoy por hoy. No solamente su porcentaje de noqueo es absurdamente alto (86.11%) , sino que además, se trata de un tipo que mandó a la lona por lo menos una vez a todos, repito, todos los tipos a los que enfrentó. Y si, eso incluye a Judah y Alexander, dos que supieron "ganarle" en su momento. Los puños del chubutense tienen más chances de dejar inconsciente a un rival que una jarra loca de cloformo con roofies. Es letal en la media distancia, tiene el gancho más letal que se haya visto desde Sé Lo Que Hiciste el Verano Pasado (?), y para colmo de males no existe ser humano que le haya lastimado alguna vez arriba del ring. Es decir que si se te ocurre ponerte a intercambiar golpes con el oriundo de Trelew, vas muerto. Si te plantás frente suyo, no hay forma de que des más de lo que vayas a recibir.
Pero encima de todo Matthysse no es un negado. No vamos a decir que es un talentoso ni mucho menos, pero la realidad es que cuando hay que boxear, Matthysse boxea. Cuando tiene que defenderse y bancar la parada, lo hace. Cuando tiene que esperar su chance, la espera, no sale arrebatado como el kamikaze de su compatriota el Chino Maidana, otro petiso de mano pesada. Y es justamente esta inteligencia, sumado a un estado físico siempre impecable lo que transforman a Lucas en un tipo que está a una victoria grande de entrar en la elite libra por libra del mundo del pugilismo.
Tonto le dicen (?) |
Lamont Peterson es un boxeador complicadísimo. Hablamos del mismo tipo que supo ganarle en su momento al hipertalentoso y bipolar Amir Khan (si, al inglés le descontaron dos puntos, y sin ese aporte del referee el norteamericano no hubiera ganado, pero aún así, no es para dejarlo pasar). Es un púgil capaz de hacer un poco de todo, aunque no sea, realmente, un especialista en nada. Tiene buena técnica y es particularmente rápido tanto de manos como de pies, lo cual sumado a su agilidad y reflejos a la hora de evadir golpes puede resultar un problema para el argentino. Si el moreno se dedica a contragolpear, combinando esto con un poco de "bicicleta" (léase, salir carpiendo) durante toda la noche, tiene chances de llevarse una victoria.
Pero hay un punto a tener en cuenta, y esto es que Peterson suele salir a presionar más de lo debido. Contra Khan la estrategia fue exitosa, obligando a Amir a poner pies en polvorosa, incluso cuando en el primer round Lamont se fue al piso sorprendentemente. Eso quiere decir que tiene huevos, si, pero los huevos no sirven de nada cuando enfrente tenés a un tipo que esconde yunques bajo los guantes. Además el norteamericano suele explotar un estilo poco ortodoxo, abriendo mucho sus piernas, lo cual facilita su estrategia de "evasión y contragolpe" al mejor estilo Maravilla Martínez, lo cual, si está encendido, puede reportarle grandes dividendos. El tema es que esa postura significa, también, relegar equilibrio, por lo cual cualquier golpe bien puesto puede llevarlo a besar la lona.
Mi pronóstico? Atención a Peterson que realmente tiene las herramientas para poner en aprietos al ídolo chubutense. El tema es que la pegada de este último es simplemente demasiado a esta altura para cualquier tipo en el mundo del boxeo. Y el estadounidense ya demostró que casi siempre termina recibiendo, por culpa de un estilo arriesgado que excede sus capacidades naturales. Lo veo a Matthysse ganando en los últimos rounds. cuándo no, por knockout.
Y lo interesante viene después. Porque el ganador de este combate va a ser la próxima parada obligada de la figurita difícil de la categoría, el sorprendente Danny "Swift" García. El boricua continúa invicto luego de despachar a nenes de la talla de Erik Morales, Amir Khan, Zab Judah y Kendall Holt. Y después de él, quién te dice, una pelea por una torta así (?) de guita contra King Khan en el Reino Unido... o el choque contra el mejor boxeador libra por libra del planeta tierra, el único e inigualable Floyd Mayweather Jr. Y el hecho de que Lucas venga de firmar recientemente un contrato con Al Hayon, asesor y hombre de confianza de Money, no es algo para dejar pasar...
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