martes, 8 de mayo de 2012

Un pedazo de historia

Como muchos sabrán el pasado sábado 5 de mayo en el MGM Grand de la ciudad de Las Vegas, Estados Unidos, se forjó un pedacito de historia cuando subieron al ring para enfrentarse el mejor boxeador libra por libra del mundo, Floyd Mayweather Jr. (invicto con 43 victorias, 26 de ellas por knockout), y el vigente campeón Superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo, el puertorriqueño Miguel Ángel Cotto (con 37 peleas ganadas, 30 de ellas antes del final, y 3 perdidas), con el título de este último en juego.
  
Floyd despachó a Cotto

Fue una gran pelea. Digan lo que digan. Como decíamos en la previa, el gran mérito de Mayweather en vistas al combate con Cotto fue el haber aceptado enfrentarlo en el peso en el que este se siente más cómodo (Superwelter, es decir 154 libras) en lugar de enfrentarlo en un "catchweight" ("peso intermedio" que no corresponde a ninguna división) como lo hizo Manny Pacquiao. Si, la victoria del Pac-Man contra el boricua fue una demostración de virtuosismo boxístico monumental, pero Junito tenía sus fuerzas drenadas por el arduo esfuerzo realizado a la hora de dar el peso para el combate. Contra Money May la historia fue totalmente distinta. Se vio a un Cotto en plenitud, en el mejor estado físico de su vida (similar al de su segunda pelea con Margarito) y con una estrategia planificada a la perfección para enfrentar al norteamericano. El boricua es, al día de la fecha, mucho más boxeador que el que enfrentó al filipino, y eso se pudo ver el sábado, cuando por momentos zamarreó y acorraló a uno de los púgiles más escurridizos que hay en el planeta.
Pero es justamente esto por lo que la pelea fue un pedazo de historia. Porque aunque por momentos fue pareja, en ningún momento Floyd perdió realmente el control del combate, incluso peleando contra un rival mucho mayor, en su peso y en su plenitud física. Mayweather tiene 4 años más que Cotto y debería estar en decadencia, con velocidad, potencia y reflejos mermados por la edad, y sin embargo se lo vio impecable, recibiendo algunos golpes a los que no está acostumbrado, puede ser, pero los cuales en ningún momento lastimaron seriamente su anatomía.
Los jueces dieron como ganador a Mayweather por unanimidad por una cantidad de rounds mucho mayor a los que en realidad consiguió dominar el norteamericano. Ojo, no es que no hiciera un trabajo superlativo, sino que en los rounds dudosos fue Cotto el que mereció llevarse los puntos por el simple hecho de salir a perseguir a Floyd, acorralarlo, zamarrearlo (aunque no consiguiera embocar golpes claros) y llevar la iniciativa plena del combate. Pero incluso siendo lo más generosos posibles con el boricua, el resultado era claro en favor de Money May, en especial tras dos asaltos finales en los que Pretty Boy Floyd hizo de las suyas contra Cotto tras haberlo hecho desgastarse durante el transcurso de los 10 episodios anteriores.


¿Qué sigue entonces para estos dos monstruos? Para Miguel Ángel Cotto esta derrota, aunque lo sitúa entre los mejores libra por libra del mundo nuevamente, tiene cierto olor a fin de ciclo. Luego de haber encontrado su mejor yo antes de la revancha contra Antonio "The Tijuana Tornado" Margarito, así como estar al 100% físicamente y el encontrarse plenamente motivado, el haber perdido contra el mejor boxeador de su generación implica el ser consciente de que todo desafío posterior será mucho menor a este. Y que ya hay un puesto en la cima del panteón pugilístico al que jamás podrá acceder (incluso teniendo un lugar asegurado en el Hall of Fame del boxeo). ¿Podrá Junito mantener la motivación en sus próximos combates? ¿Y quiénes serán sus rivales? Tal vez el próximo sea algún mediocre de relleno como para inflar un poco el CV del boricua, pero es muy probable que, en el caso de que no arregle ninguna megapelea contra Pac-Man o Floyd, sea el Canelo Álvarez el que termine combatiendo contra Cotto. Este sería un enfrentamiento de un altísimo nivel, entre una de las estrellas emergentes del deporte, y un tipo consolidado que necesita demostrar que es capaz de mantenerse en el nivel con el que compitió contra Mayweather.


Pero hay otros rivales a los que podría tranquilamente aspirar Miguel Cotto. Uno de ellos es el argentino Sergio Maravilla Martínez, quien se encuentra compitiendo en la división de los pesos Medianos, pero que no tendría ningún problema en bajar a Superwelter (su categoría natural) para arreglar un combate de tan alto calibre como el que lo emparejaría con el boricua. En especial si este se desarrollara en el mítico Madison Square Garden  de la ciudad de New York donde Cotto oficia como local y en el cual Maravilla tiene puestos sus ojos hace buen tiempo (recordar su pelea contra Macklin). El tema es que el quilmeño también gustaría de comenzar a negociar un megacombate con, digamos, Floyd Mayweather Jr., todo esto suponiendo que en septiembre próximo logra vencer al actual campeón Mediano del Consejo Mundial de Boxeo, el mexicano Julio César Chávez Jr (y que este antes es capaz de ganarle al irlandés Andy Lee).

Money May, en tanto, debe cumplir tres meses de prisión tras ser encontrado culpable en un caso de violencia doméstica contra la madre de sus hijos. Floyd siempre dijo que no iba a retirarse a una edad demasiado avanzada (no lo necesita, a sabiendas de que es el boxeador que más dinero genera en todo el mundo por peleas y ventas de suscripciones al pay per view). Además él se maneja a sí mismo, por lo que no tiene gente que le esté mordiendo los bolsillos todo el tiempo como otros boxeadres (ver el caso Pacquiao con Bob Arum). Cuando salga de la cárcel probablemente le aguarden tan solo un par de peleas más. Los nombres que más suenan para estos combates son, Saúl "el Canelo" Álvarez (la opción más probable, teniendo en cuenta que Mayweather ya está compitiendo en la categoría Superwelter), Sergio Maravilla Martínez (sería complicado por el hecho de que el argentino no es precisamente un tipo marketinero) y la tan ansiada megapelea contra Manny Pacquiao, algo que, de seguir manejándose Bob Arum así, probablemente no ocurra nunca.

El Canelo humilló a Mosley

Muchos se sorprendieron gratamente con el desempeño del hombre de las cuatro décadas (?) Sugar Shane Mosley (46 ganadas, 39 knockouts, 8 perdidas, 1 empate y 1 no contest)  en su pelea del sábado contra Saúl el Canelo Álvarez (invicto con 40 combates ganados, 29 de ellos antes del final, y 1 empate). No entiendo por qué. Todos enfatizaron en cómo no le rehuyó al combate a diferencia de cuando tuvo que enfrentar a Manny Pacquiao, contra el que lo único que logró hacer fue correr cobardemente durante 12 asaltos. Contra el mexicano, Mosley ofició de bolsa de arena, recibiendo una paliza extraordinaria que no pasó a mayores por el simple hecho de que el norteamericano tiene una mandíbula extraordinaria. ¿Pero cómo podemos caracterizar como buena el rendimiento de un futuro hall of famer cuando sirve solamente como medio para el lucimiento de una estrella en ascenso? Sugar debería considerar seriamente el retiro, en especial teniendo en cuenta que en sus últimos 4 combates perdió 3 y empató uno, en una seguidilla de traspiés que no dejan lugar a ningún tipo de optimismo.
Nuevamente buena actuación del jovencísimo Canelo (21 años) quien aunque no parece tener ninguna característica realmente extraordinaria, va superando escollos con una suficiencia que no parece emparejarse con su corta edad.

¿Se cancela el Amir Khan-Lamont Peterson II?

En una de las grandes sorpresas del año pasado, el norteamericano Lamont Peterson (30 victorias, 15 knockouts a favor, 1 derrota y 1 empate) derrotó por decisión dividida de los jueces al británico-pakistaní Amir "King" Khan (26 peleas ganadas, 18 de ellas por knockout y 2 perdidas), al que se le descontaron dos puntos durante el desarrollo del combate. Rápidamente se había arreglado todo para concretar una revancha que diera la oportunidad a Khan, de 25 años y una de las figuras más promisorias del boxeo, de redimirse, y a Peterson de demostrar que lo suyo no había sido un one hit wonder. Y todo iba encaminado para el combate que iba a realizarse el próximo 19 de mayo cuando... Lamont Peterson demostró ser más imbécil que su rival al dar positivo en el control antidóping obligatorio previo a un combate por el título Superligero de la AMB y la FIB. Ahora la comisión del Estado de Nevada debe dar su veredicto sobre si Peterson será despojado de sus títulos solamente, si la pelea será cancelada o si será suspendido por haber dado positivo.

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