lunes, 23 de julio de 2012

Memoria: Talent über alles


El sábado 4 de octubre del año 2003 se enfrentaron en el Mandalay Bay de la ciudad de Las Vegas dos de los boxeadores más importantes de la década de los '90 en una situación, por demás, extraña. Por un lado el otrora campeón mundial de los pesos pesados Evander "The Real Deal" Holyfield, por el otro, el ultratalentoso gordo fisura de James "Lights Out" Toney.
La pelea se llevó a cabo entre dos boxeadores que ya habían pasado por su mejor momento y que, siendo leyendas en actividad, buscaban una chance más de probar al mundo de lo que eran capaces dentro de la división de los pesos Pesados, históricamente la gran vedette principal del boxeo.

Evander Holyfield vio la luz un 19 de octubre del año 1962 en Altmore, Alabama, en los Estados Unidos, como el menor de nueve hermanos. Habiéndose mudado a la metrópolis sureña de Atlanta, en Georgia, Evander comenzó a boxear a la temprana edad de 12 años en el circuito amateur juvenil de la norteamérica meridional. Rápidamente forjó una carrera notable, transformándose en el campeón regional del Sudeste de los EEUU, y logrando, a los 20 años, participar de los Juegos Panamericanos de 1983 organizados en Caracas, donde consiguió hacerse con la medalla de plata en la división de los Semipesados. En la final se vio derrotado por el campeón mundial, el cubano Pablo Romero. Esto no lo detuvo, y al año siguiente no sólo se consagró campeón nacional del Golden Gloves (principal torneo amateur norteamericano) sino que se hizo de un lugar en uno de los más memorables equipos olímpicos de boxeo estadounidense, compartiendo camada con Pernell Whitaker y Meldrick Taylor. En los Juegos Olímpicos de 1984 de Los Angeles se le privó de la posibilidad de pelear por la medalla de oro cuando en semifinales fue descalificado. El norteamericano había noqueado a su rival, pero el juez, inexplicablemente, señaló que había golpeado al representante de Nueva Zelanda luego de que hubiera pedido que se separaran.
Ya como profesional, Holyfield tuvo un ascenso meteórico que lo catapultó al estrellato en muy poco tiempo. Consiguió su primer título mundial tan solo en su pelea número 12 ante Dwight Muhammad Qawi, en la división Crucero. Para 1988 se había transformado, invicto, en el campeón lineal de la categoría, acumulando títulos de la AMB, el CMB y la FIB. Había disputado solamente 18 combates como profesional. Al día de la fecha se le sigue considerando como el mejor peso Crucero de la historia desde que la división fue creada en 1979.
Tras semejantes logros, y según sus propias palabras, inspirado por el éxito de un Pesado pequeño como Mike Tyson, decidió dar el salto a la principal categoría del pugilismo, donde su éxito continuó sin pausa. Se cargó a "Buster" Douglas, el mismo que había destronado a Tyson, a Larry Holmes y a George Foreman, acomodándose así como la principal figura de la división mientras Iron Mike estaba en la cárcel. Sufrió su primer caída como profesional a manos de Riddick Bowe, con quien disputó la última gran trilogía de la categoría. Retornó a la gloria en 1996 y 1997 para vencer al ultraconocido Mike Tyson y para vengar su caída con Michael Moorer.
A finales de la década, y a principios de los años 2000, Holyfield comenzó cierta debacle como profesional luego de que el enorme Lennox Lewis limpiara el piso con él. Su búsqueda para recuperar el título mundial que había perdido le hizo caer ante Chris Byrd con el cinturón de la FIB en juego. Aún así se le dio la posbilidad de disputar una pelea eliminatoria contra James Toney para volver a intentar buscar ese campeonato.
The Real Deal seguía siendo un Pesado más que competitivo, especialmente gracias al excelente entrenamiento físico al que se sometía desde que había decidido dar el salto de la división Crucero. Siempre en un estado atlético envidiable, Holyfield combinaba su capacidad física con una garra notoria y una voluntad de ir para adelante realmente irrefrenable.

James Toney era prácticamente la antítesis de Holyfield. Lights Out nació en Ann Arbor, en el industrial Estado de Michigan, el 24 de agosto de 1968. Con una carrera amateur de relativo éxito, comenzó su periplo como profesional en el año 1989 en la división de los pesos Medianos, donde tuvo muchísima notoriedad al vencer a dos leyendas como Michael "Second To" Nunn y el voluntarioso jamaiquino Mike "The Body Snatcher" McCallum. A pesar de que con su talento sin techo y la potente pegada en ambas manos que portaba podía dominar la categoría a piacere, Toney decidió dar el salto a la división de los Supermedianos donde continuó su avasallante trajinar despachando a figuras como Iran "The Blade" Barkley. Sin embargo, a mediados de los años noventa, chocó de lleno con 2 de sus peores enemigos: el genial Roy Jones Jr, quien sacó a pasear por el MGM Grand a un Toney que tenía 44 victorias y ninguna derrota, y su propio desgano. El entrenador Freddie Roach describió a James como el boxeador más talentoso que conoció, pero también como el más vago. Poco a poco comenzó a dejar de lado su preparación física, a sabiendas de que gracias a su condición de superdotado para este deporte podía comer como un cerdo, subir de categorías en consecuencia y aún así ser un tipo competitivo. Lamentablemente para el público, esto significó que Toney abandonaba cualquier intento de llenar todo el potencial que su técnica, reflejos y poder le brindaban para simplemente ser un muy buen boxeador al que le gustaba más la "buen vida" que el espartano día a día de un púgil profesional. Así a sus títulos de Mediano y Supermediano le añadió un campeonato mundial como Semipesado.
En el año 2003, la bola de cebo antes conocida como James Toney (?) sorprendió al mundo al despachar al campeón reinante por la FIB de la división de los pesos Crucero, el hasta entonces invicto Vassiliy Jirov. La noticia era shockeante. Toney destilaba talento, pero su físico mostraba los estragos de la joda. Pero además se trataba de un tipo que se había iniciado peleando con y contra hombres de 72,6 kilos y ahora campeonaba en la categoría de los 90,7 kilogramos de peso. Para colmo de males, anunciaba que el siguiente paso de su carrera sería dar el salto a los Pesados (sin límite por encima de los 90,7), rechazando la posibilidad de bajar de cateogoría para emparejarse con el legendario Bernard Hopkins para cumplir su viejo sueño de ser campeón de los pesos completos. Para ello debía enfrentar al mito viviente del boxeo Evander Holyfield en un combate eliminatorio.
La pelea estaba pactada para el 4 de ocutbre de 2003, y Evander Holyfield (38 peleas ganadas, 25 por la via rápida, 6 perdiadas y dos empates) se perfilaba como un claro favorito. Toney (llegaba con 66 victorias, 42 knockouts, 4 derrotas y 2 empates) era considerado bueno, pero nunca antes había peleado en la máxima categoría, y su condición física era paupérrima. Su rival, en tanto, a pesar de contar con una edad más avanzada (40 años, contra los 34 de Toney) también venía de combatir en la elite de la categoría durante toda la década anterior, y aún era capaz de apuntar a lograr un nuevo título mundial.

Holyfield arrancó la pelea mucho más metido, complicando en el primer round a su rechoncho rival. Arremetía contra este, el cual se mostraba mucho más estático, a simple vista ofreciendo un objetivo mucho más claro y fácil. Sin embargo esto era simplemente una ilusión. Cada vez que The Real Deal lanzaba un golpe, este tan solo lograba acariciar el aire que ocupaba el espacio en el que, un instante atrás, había estado la cabeza de Toney. Holyfield continuaba moviéndose constántemente, intentando buscar infiltrarse en la defensa de todo un artista como su contrincante. Pero el oriundo de Michigan se deshacía sin problema de los embates del sureño, conectando golpes certeros y de una velocidad a la que su rival, a esta altura un peso Pesado natural, no estaba acostumbrando. Atacando sin piedad, tanto a la cabeza como al cuerpo de forma veloz y precisa, evadiendo cada intento de Holyfield por dañarlo, desmantelando de forma quirúrgica a su contrincante, Toney fue trajinando campante round tras round, y, mientras se notaba a Holyfield cada vez más agitado y cansado, poco a poco Lights Out comenzó a atosigar aún más a su oponente, ya plantado, sin demasiado movimiento, y sin aire. Con Toney manejando el timing de la pelea, acestando combinaciones que el exhausto Evander no podía evadir, y escurriéndose ante los pocos golpes que The Real Deal podía llegar a lanzar, el combate se inclinó completamente del lado de James.
Para el noveno asalto, Holyfield solamente podía retroceder o abrazarse a su rival, quien, entre la pachorra y la suficiencia, seguía imponiendo su ofensiva, mientras en el apartado defensivo continuaba en calidad de intocable. Más producto del desgaste que del daño provocado, más causado por el cansancio ocasionado tras una larga pelea contra un rival más inteligente, más rápido y más talentoso, sobre el final del round, Holyfield se vino abajo. Consiguió levantarse para continuar combatiendo, pero en su esquina decidieron terminar la pelea para evitarle un mayor daño.
Toney era un gordo fisura.
Toney era un pancho.
Toney era poco profesional, vago, jodón y casi obeso.
Pero Toney era un talentoso, un tipo que había comenzado a pelear profesionalmente peleando 72 kilos, había debutado exitosamente en la división de los pesados contra una leyenda de la categoría que llegaba al combate con 99 kilos encima. Y a base de técnica e inteligencia había desmantelado a su contrincante sin ningún problema.
El resultado del combate volvió a poner a James Toney en el mapa del boxeo internacional. La revista The Ring lo consagró como Boxeador del Año 2003 y como "Regreso" del Año, gracias a su consecución del título mundial de la división Crucero y a su arribo triunfal en la categoría de los Pesados. Al año siguiente cumpliría su sueño de campeonar entre los Pesados tras vencer a John Ruiz, aunque luego la pelea sería declarada como un "No Contest" ya que Toney dio positivo en el uso de esteroides. Tanto él como Holyfield continuarían peleando el resto de la década y hasta el día de la fecha, a pesar de sus avanzadas edades (Toney 43 años, Holyfield 49), poniendo seriamente en peligro su salud con el afán de lograr erigirse nuevamente como campeones mundiales.

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